Consisten en introducir un medicamento en la zona de dolor. Generalmente se trata de un corticoide junto con un anestésico, con el propósito de desinflamar dicha zona.
Es una técnica sencilla que podemos utilizar cuando la inflamación y el dolor son muy agudos y necesitamos inmediatez en la resolución de los síntomas o cuando el caso lo requiere.